Un dueño de negocio apasionado.

Salía de la carrera y la búsqueda de empleo y no me iba de lo mejor. Encontré a un grupo de vigilantes y por la desesperación de no encontrar nada pregunté si no tenían una oportunidad laboral. Me atendió el patrón, un señor de 45 años, como de 1.60 pero con mucha presencia. Me preguntó ¿qué sabes hacer.? Cómo había estudiado Artes Marciales por años me ofrecí sin pensar a capacitar a sus elementos. 6 meses después, estaba trabajando de su mano derecha aperturando proyectos y generando muchos empleos.

El diferenciador de mi Jefe era ser una persona super comprometida con lo que hace. Él siempre llegaba primero y se iba al último de las oficinas. Nunca llegaba vestido de otro color que no fuera el color negro ya que era semejante a los uniformes de los empleados con los que a veces se pasaba el día abriendo puertas y registrando personal, enseñandolos a atender al cliente. Cuando platicábamos con dueños de empresas o proyectos, mostraba tanto su gusto por lo que hacía que las personas pasaban horas platicando con él y todo eso le daba oportunidades increíble y proyectos que siquiera soñábamos.

He tenido la oportunidad de trabajar en empresas enormes y no he aprendido nunca tanto como lo he hecho con mi mentor y amigo Crescencio Valdés.